Pos resulta que fui a los toros. Lo primero que me sorprendió fue lo caro del boleto (vía ticketmaster of course) que de primera impresión por el precio pensé que iba ir a ver a Bono o al Papa, pero bueno, uno que está acostumbrado a ir solo a los partidos de los tecos y los coyotes de Zapotlán, pos me dije que igual y valdría la pena. Pos ahi voy muy bañadito y todo con el mendigo calor dominguero al susodicho espéctaculo. Lo agobiante para empezar, fue el tráfico que estaba de la ver%&$, por el Macrobus este que nunca terminan, un sinfín de carros, conductores educados (sarcasmo, sarcasmo) y tránsitos mal encarados, pero total, por fin encontramos estacionamiento (a ocho kilometros de nuestra monumental plaza de toros) con una doña que se parecia a Chachita pero en gorda y pos con obvio adelanto de la paga.
"Sale, sale , sale"
Por fin llegamos a la mentada plaza, la cual por cierto la ultima vez que había ido fue para ver un concierto de Yuri, y con boleto en mano ahi andábamos buscando las puertas de sol y sombra y no se que mas chin"#$%. Ya llegamos a la puerta, y y gracias a mi sagacidad y astucia pude meter una botella de agua (que en realidad solo la guardé en la mochila y pos no me revisaron).
"Fan from hell de Yuri"
Entramos y la mendiga plaza ya estaba llena, mucha gente ya con su habanito y la ver$%& y ahi voy yo caminando con toda mi cara de ignorancia buscando un lugarcito. Pos no alcanzamos a sentarnos, "uta madre, ahora nos vamos a chin$%& los mendigos toros aquí parados" pense, y pos si, ahi nos acomodamos y pos yo saque mi agua cachirula y me tome un trago muy agusto.
Pos salió el primer torero, y pos no le entendí gran cosa, ya casi cantaba "como no te voy a quereeeer", pos con tanto pin$%& ole ya hasta me sentía en el estadio. Y que matan al toro, y yo ya iba iba por mi cuarto bostezo. Salio el segundo toro, y mas bien ya iba por mi cuarta cerveza.
Soy el de la playera de la seleccion mexicana, buscando al de las cervezas
Ya para el quinto toro toreado (uta pos cuantos eran) el mareado era yo con tanta pin$%& toreada, pero una señora amable se apiadó de mi ignorancia y me dijo que eran seis toros. Yo por supuesto puse mi cara de que ya lo sabía, y continué observando como un gran especialista la corrida taurina.
Acabé con dolor de espalda, no sabía cuando gritar el mentado oooole, y como me tocó en la zona del sol, tonces acabe con un bronceado digno de un fin de semana familiar en Guayabitos.
Creo que ya no iré a los toros, no juzgo y respeto las creencias de todo mundo (hasta las del PRD), pero pos no le entendí ni melgas a nada. Y yo que fui porque pense que se trataba de algo asi.
Eso sí, saliendo nos echamos unos tacos al pastor que vendían por ahí, que le dieron el punto final ad hoc a nuestra activadad vacuna, digo taurina.
martes, 17 de febrero de 2009
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